¿A
menudo te quedas atrapad@ dándole vueltas a un pensamiento
negativo pensando que así podrás encontrar la
solución al problema que lo ha generado?
Si pudiéramos grabar todos los pensamientos que surgen en
las mentes de las personas, nos encontraríamos con todo tipo
de pensamientos, ideas e imágenes mentales posibles. Entre
ellos habría pensamientos absurdos, aterradores, obscenos,
creativos o extravagantes.
Cuando nos atrapamos en pensamientos y sentimientos negativos y los vamos cociendo a fuego lento, haciéndolos cada vez más grandes y, a la vez, más dañinos, damos lugar de manera inconsciente al "efecto bola de nieve". A menudo creemos que dándole vueltas y vueltas a un problema —analizando todos los detalles al milímetro una y otra vez—, lograremos ver las cosas con más claridad y hallaremos una solución. Sin embargo, cuanto más amasamos y estiramos un pensamiento, más se nos nubla la vista y El efecto bola de nieve que provocamos inconscientemente cuando nos atrapamos en pensamientos y sentimientos negativos y los vamos cociendo a fuego lento, haciéndolos cada vez más grandes y, a la vez, más dañinos. A menudo creemos que dándole vueltas y vueltas a un problema —analizando todos los detalles al milímetro una y otra vez—, lograremos ver las cosas con más claridad y hallaremos una solución. Sin embargo, cuanto más amasamos y estiramos un pensamiento, más se nos nubla la vista de manera que el pensamiento permanece y se vuelve un intruso en la mente que no puede librarse produciendo gran ansiedad.
-¿Es negativo este hábito de pensar demasiado?
Un pensamiento es positivo cuando es
constructivo, creativo y aporta soluciones.
Las rumiaciones, por el contrario,
resultan nocivas porque afectan a nuestra capacidad para obtener
respuestas y soluciones a nuestros problemas, producen desmotivación y
generan nuevos problemas, nos bloquea en una posición repetitiva que
puede afectar a nuestras relaciones sociales y, finalmente, puede
arruinar nuestra salud física y emocional.
S.Nolen-Hoeksema, en Mujeres que piensan demasiado. Cómo
evitar pensamientos repetitivos y vencer la ansiedad (2),
analiza cómo el pensamiento excesivo deteriora nuestra
capacidad para encontrar buenas soluciones a nuestros problemas.
A partir de los resultados que ha obtenido tras más de
veinte años de investigación con sujetos procedentes
de distintos ámbitos, esta psicóloga afirma que
el pensamiento excesivo mina la motivación hasta el punto
de que las personas que lo sufren no son capaces de dar el paso
más sencillo para solucionar sus problemas; se quedan
atrapadas en ciclos de duda y de indecisión y no consiguen
estar nunca lo suficientemente seguras de lo que deben hacer.
¿Es apropiado luchar por intentar suprimir los pensamientos repetitivos?
Es precisamente esta respuesta
(intentar suprimirlos) la que puede transformar estos
pensamientos en dañinos. Cuanto más intente una persona
suprimir un pensamiento, más probabilidades existen de que
se convierta en una obsesión.
A mediados de los años 80, el psicólogo Daniel Wegner, de la
Universidad de Virginia, reunió a un grupo de personas en
una habitación con una grabadora y les pidió que dijeran
cualquier cosa que surgiera en sus mentes, con una
excepción: no estaba permitido pensar en un oso blanco. "La
gente mencionó el oso al menos una vez por minuto, a pesar
de que se supone que no deberían pensar en él", dijo Wegner.
"Intentaban todo tipo de trucos, pero continuaba volviendo a
su mente".
El mejor modo de librarse de
los pensamientos indeseados no es suprimirlos, sino aceptarlos, abrirse a ellos y
confesarlos a alguien. Las personas que discuten sus
pensamientos con alguien se sienten mejor, tanto emocional
como físicamente. Compartir estos pensamientos ayuda a las
personas a darse cuenta de que es más frecuente de lo que
creen, que todo el mundo tiene, en mayor o menor medida,
pensamientos no deseados y que no es un indicativo de que se
estén volviendo locos o estén descontrolados.
Cuando los pensamientos se dan en forma de imágenes
mentales, un bueno modo de librarse de ellos sin recurrir a
la supresión consiste en "congelar" la imagen como si le
hubiéramos tomado una fotografía y concentrarse en ella, sin
dejar de verla en nuestra mente, sin huir, hasta que la
imagen acabe desvaneciéndose por sí misma.
Hay
distintas técnicas que han demostrado ser efectivas
para liberarse del hábito de pensar demasiado. A continuación
te propongo algunas que pueden serte útiles:
-Tómate un respiro. Respira profundamente -primer
paso para la desconexión- y dedícate a otra cosa. Al inspirar introduces
ese aire que limpiará tú mente de ese pensamiento, y al exhalar imagina
como los expulsas de ti y dejas tú mente limpia. Siente cómo tú
interior respira una gran tranquilidad. Repite esto tantas veces como
necesites.
- Muévete. La actividad
física tiene ciertos efectos bioquímicos -como la segregación en el
cerebro de sustancias químicas como la norepinefrina y la serotonina-
que repercuten positivamente en el estado de ánimo y el modo de pensar.
- Atención y firmeza. Proponte parar el pensamiento de una manera
contundente y asertiva. En cuanto detectes ese tipo de pensamiento
circular y corrosivo muestra tu autoridad de una manera contundente,
como lo harías con un niño pequeño que se está poniendo en peligro: “¡Basta ya!”, “¡Me merezco tratarme con cariño!” o cualquier otra expresión que surta efecto contigo mismo.
- No dejes que tus pensamientos te venzan. Recuerda que tú no eres tus pensamientos, y que eres tú quien lleva las riendas de tu vida. Tú puedes.
Para evitar que tus pensamientos negativos te dominen, sigue esta fórmula:
- Deja de darle vueltas y más vueltas a ese pensamiento negativo. Por más que te recrees en todos los detalles; por más que ordenes cronológicamente todos los acontecimientos, por más causas y explicaciones que busques, difícilmente hallarás la solución que deseas.
-
Evita hacer suposiciones que puedan contribuir a distorsionar
la realidad, exagerar y magnificar el problema; o a distanciarte
de las personas con las que has tenido el conflicto.