A menudo te encuentras con pacientes pacientes que se resisten a ser guiados por otra persona para el cambio  de determinados aspectos de su vida. De hecho, éste es uno de los  factores que puede hacer fracasar la terapia (la falta de participación e  implicación del sujeto).
Este factor puede solucionarse adoptando un modelo de intervención más  participativo, que implique y motive al sujeto, transmitiéndole lo  idónea y necesaria que es su cooperación en el diseño y puesta en marcha  del programa.
El objetivo final de los programas de autocontrol es que el individuo aprenda a ser su propio terapeuta.
Una persona muestra autocontrol cuando, en ausencia de imposiciones  externas inmediatas, lleva a cabo una conducta cuya probabilidad es  menor que otras conductas disponibles en su repertorio.
Por tanto, el AUTOCONTROL es: La habilidad susceptible de aprendizaje,  que engloba cualquier conducta controlada exclusivamente por variables  autogeneradas (físicas, sociales o cognitivas), que trate de alterar la  probabilidad de ocurrencia de otra conducta, cuyas consecuencias,  podrían resultar aversivas para el individuo.
FASES DEL ENTRENAMIENTO EN AUTOCONTROL 
- Autoobservación: Enseñar al paciente a operativizar sus problemas,  para después obtener datos acerca de las características topográficas y  las relaciones funcionales de los mismos.
 
- Establecimiento de objetivos: El paciente habrá de decidir qué nivel de control quiere alcanzar sobre la respuesta conflictiva.
 
- Entrenamiento  en técnicas concretas y establecimiento de criterios de ejecución: Se  deciden las técnicas concretas de autocontrol en las que se entrenará al  cliente. Se establecen las reglas de conducta que guiarán todo el  entrenamiento (qué se compromete a hacer el cliente y en qué momentos  concretos).
 
- Aplicación de las técnicas en contexto real: Una vez  que se ha llevado a cabo el entrenamiento en la consulta, se pone en  práctica lo aprendido en la vida diaria.
 
- Autoobservación. Identificación de la situación problemática.
 
- Aplicación de la técnica adecuada a los requerimientos de la situación.
 
- Autoevaluación.  Comparación de la ejecución en ésta situación con los criterios  conductuales que previamente se habían establecido.
 
- Autorrefuerzo o autocastigo en función de la adecuación de la conducta a los criterios de ejecución.
 
- Autocorrección.  En caso de que la conducta no haya alcanzado los criterios  establecidos, habrá que identificar si el problema ha estado en la  autoobservación, en la aplicación de la técnica o en la autoevaluación.
 
- Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: Se analizan las dificultades y problemas que hayan surgido.
 
TÉCNICAS DE AUTOCONTROL
- Técnicas  de control estimular: Se planifica el contexto estimular en el que  tiene lugar la respuestas controlada de manera que su probabilidad sea  alterada. La intervención se realiza antes de que la conducta tenga  lugar, manipulando los estímulos discriminativos que la controlan.
 
- Técnicas  de programación conductual: La intervención se realiza a posteriori,  manipulando las consecuencias de la respuesta una vez que ésta ha tenido  lugar.
 
 Es necesario motivar al sujeto para el cambio, haciéndolo parecer como  positivo y accesible a sus posibilidades, mediante la estructuración del  proceso de entrenamiento y la clarificación de las metas.
Técnicas encaminadas a conseguir éstos objetivos:
 1. Autoobservación:
Es imprescindible que el sujeto aprenda a detectar su conducta problemática antes de intentar modificarla.
La  primera tarea del terapeuta será hacer ver al cliente la importancia de  tener un registro preciso acerca de sus conductas problema y enseñarle a  operativizarlas (expresiones claras y concretas, susceptibles de  observación y cuantificación).
2. Contratos conductuales:
Sirven  para formalizar el programa de intervención de manera que el sujeto  sepa qué hacer en cada momento y qué contingencias ha de administrarse. 
3. Programación de tareas intersesiones:
La finalidad:
- Fomentar la participación del individuo, haciendo que se integre de manera activa en el programa de cambio.
 
- Ofrecer  al sujeto la posibilidad de ensayar todo lo aprendido con el terapeuta,  y darse cuenta de las dificultades que encuentra en su puesta en  marcha, para su posterior discusión en la consulta.
 
Estas tareas son también una manera de obtener información acerca de las posibles áreas conflictivas en la vida del sujeto.
La  asignación de tareas, en los programas de autocontrol, alcanza un papel  central, por hacer que el cliente asuma su responsabilidad en el  cambio..
Los ejercicios asignados deben estar adaptados a las  posibilidades del individuo (al principio deben ser sencillos,  permitiendo un logro rápido de objetivos).
TÉCNICAS DE CONTROL ESTIMULAR
Están  encaminadas a planificar el medio social y físico en el que se  desenvuelve el sujeto, modificando ciertos aspectos que alterarán la  probabilidad de la respuesta controlada. 
El control estimular implica alguna de las siguientes estrategias:
- Restricción física:  Encaminada a prevenir una respuesta (ponerse guantes para no morderse las uñas).
 
- Eliminación  de estímulos: Hacer desaparecer los estímulos discriminativos  elicitadores de conductas conflictivas que deseamos eliminar (sacar la  TV del cuarto de estudio).
 
- Cambiar los estímulos  discriminativos: Restringir el número de estímulos elicitadores de una  respuesta (fumar solo en determinadas ocasiones).
 
- Cambiar el  medio social: Introducir alguna persona en el contexto, para que su  presencia impida la realización de la respuesta problema (el  exhibicionista sale siempre con un amigo).
 
- Modificar las propias  condiciones físicas o fisiológicas: Modificar el propio medio interno  del sujeto para que se reduzca la probabilidad de ciertas respuestas  (tomar algo antes de ir a comprar para evitar tentaciones).
 
TÉCNICAS DE PROGRAMACIÓN CONDUCTUAL
La  intervención se realiza una vez que la conducta se ha llevado a cabo.  Se manipulan las consecuencias de la respuesta a controlar.
1. AUTORREFORZAMIENTO:
Cuando es el propio individuo quien aplica, exclusiva y contingentemente, las consecuencias reforzantes de la conducta. 
 Refuerzos a utilizar: Del mismo tipo que en condiciones de refuerzo externo.
- Material: dinero, comida.
 
- Actividades gratificantes: ir al cine.
 
- Reforzamiento simbólico: expresiones positivas.
 
- Retirada de un estímulo aversivo o reforzamiento negativo: retirar la foto en bañador antes de empezar el régimen.
 
2. MÉTODOS ENCUBIERTOS: 
Consiste en utilizar la imaginación del sujeto para la representación de  estímulos, respuestas y consecuencias, reforzantes o aversivas.
Condición  indispensable: Que el sujeto tenga un nivel suficiente de capacidad  imaginativa, es decir, debe ser capaz de imaginar vívidamente la  situación.
Si no es así, se realizará un entrenamiento en imaginación.
a) Sensibilización encubierta:
Consiste  en que el individuo se imagine a sí mismo realizando la conducta cuya  frecuencia pretende reducir y, de manera contingente y brusca, pase a  imaginar algún acontecimiento aversivo que el comportamiento podría  acarrear a largo plazo, o algún hecho que, aunque poco real, resulte muy  aversivo para el sujeto.
Otra manera: Usar la imaginación únicamente para anticipar las  consecuencias aversivas que puede generar la respuesta problema, o para  hacer contingente a la misma algún acontecimiento muy aversivo.
La conducta objetivo sin embargo, se está ejecutando en la realidad.
Esta  variante se suele utilizar en problemas de obesidad, para el  autocontrol de la conducta de comer en exceso, o para dejar de fumar.
b) Autorreforzamiento encubierto:
Imaginar la conducta objeto de control y la autoadministración de consecuencias reforzantes tambien de manera imaginada. 
Ejemplo: Persona con exceso de peso que mientras realiza ejercicio  físico, se imagina paseando por una playa con un llamativo bañador.
c) Modelado encubierto:
Utiliza la imaginación para presentar al sujeto un modelo seguro, hábil y capaz, que realiza la conducta temida.
Primero,  el sujeto se imagina a sí mismo actuando tal y como él se comporta  habitualmente, para, posteriormente, imaginar cómo el modelo realiza una  actuación adecuada. 
AUTOINSTRUCCIONES
Consiste en aprender a utilizar una serie de comentarios y  sugerencias que controlen la realización de la tarea, de forma que el  sujeto los internalice y generalice, transformándose así en un esquema  cognitivo, que vaya guiando su comportamiento.
 
CONSIDERACIONES FINALES 
Los métodos expuestos, no agotan la totalidad de los que pueden ser  utilizados en programas de entrenamiento en autocontrol. En realidad,  cualquier técnica de modificación de la conducta, puede ser aprendida e  incorporada al repertorio conductual del sujeto, para posteriormente,  utilizarla en la vida diaria.
Llegar a tener un nivel adecuado de autocontrol permite al sujeto una mejor adaptación al medio y una mayor autoestima.
El  terapeuta en éste proceso tiene un papel exclusivamente temporal, de  apoyo y guía del cambio conductual, debiendo ser cuidadoso para no  detentar responsabilidades que el cliente ya esté en condiciones de  asumir.