10 de julio de 2011

Yo sí puedo...y ¿tú?










Si puedes mantener la cabeza
cuando todos a tu alrededor la pierden y te echan la culpa,
si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti,
pero al mismo tiempo comprendes la desconfianza.
si puedes esperar y no cansarte en la espera,
o siendo objeto de mentiras, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y aún así no te las das de santo ni de sabio:

Si puedes soñar, y no dejar que los sueños te dominen.
Si puedes pensar, y no hacer de los pensamientos tu meta,
Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre
y tratar a estos dos impostores de la misma manera.

Si puedes soportar el escuchar que las verdades que tú has dicho
son manipuladas por bribones para embaucar con ellas a los necios,
o contemplar destrazadas las cosas a las que has dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con herramientas desgastadas.


Si puedes amontonar todas tus ganancias
y jugártelo todo de una vez a cara o cruz
y perder, para volver a empezar de donde partiste
y no decir palabra sobre lo perdido.

Si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en el camino mucho después de uqe hayan perdido su fuerza
y así aguantar cuando no te quede nada
excepto la Voluntad que les dice: “¡Aguantad!”.

Si puedes hablar con multitudes y guardar tu virtud,
o caminar entre reyes sin perder la sencillez.
Si ni enemigos ni admiradores pueden dañarte.

Si aprecias a todos pero a ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto
con los sesenta segundos que lo recorren,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, ¡Tú seras un Hombre, hijo mío!
                    
                                  Rudyard Kipling


Un poema realmente emocionante, controvertido, del cual se ha hecho miles de especulaciones, su autor un británico nacido en Bombay, educado en Inglaterra, hijo de militares de medio rango destinado en la India, envuelto en arte hindú e imperialismo inglés.
Ganó el premio Nobel  de Literatura en 1907 ensalzó como nadie una época en la que la supremacía británica dejaba su influencia en casi todos los rincones del planeta, su semilla imperialista se confundía con la convivencia intercultural, en  esa ambigüedad se encuentra la grandeza de poemas como el arriba expuesto.

“Piensa en grande y tus hechos crecerán
Piensa en pequeño y quedarás atrás
Piensa que puedes y podrás
Todo está en el estado mental”
Rudyard Kipling
 

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