14 de julio de 2011

Cómo afrontar la manipulación de otras personas




La manipulación es algo universal prácticamente todo el mundo ha usado técnicas de manipulación, desde bebés sin saberlo estamos usando técnicas de manipulación. El problema viene cuando se basa la relación con los demás en las técnicas de manipulación.

Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: Amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. El miedo, la culpa o la vergüenza que generan son capaces de movilizar a prácticamente todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador, bien directamente, o bien como protesta ante su acción.

Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.

Las técnicas de  manipulación se basan en emociones básicas
  • Manipulación por culpa
  • Manipulación por vergüenza
  • Manipulación por miedo
  • Manipulación por acariciar el ego
  • Manipulación por desprecio (privación, dejar de hablar, ignorar)
  • Manipulación usando chantaje emocional.
    Lo más efectivo del manipulador es usar las emociones básicas como la culpa, hacer sentir culpable, la vergüenza, el miedo (al ridículo, la inseguridad, el qué dirán)
     
    El manipulador tienen una visión particular de sentir y comportarse, el primero es él, y los demás son instrumentos que puede usar para lograr sus propósitos. El manipulador tiene un marcado rasgo de egoísmo.
    Son muy hábiles haciendo lo hacen, el manipulador usas sus tácticas y si le funcionan (como el niño cuando logra llorando la golosina) las va perfeccionando, llega el momento que son actores consumados.
    El trasfondo del manipulador está en la falta de respeto al otro, la nula empatía, el manipulador se siente “por encima” del resto, siente que tiene poder para lograr lo que quiere con determinadas personas usando sus técnicas.

    ¿Cómo hacer frente a los manipuladores?
     
    Para intentar afrontar las relaciones con las personas manipuladoras cotidianas (aquellas que de forma continuada en su vida son así) hay que seguir unas pautas que podemos sintetizar de esta forma:

    · Conocer los propios
    puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos. Las del manipulado en otros. ¿Cuáles son? Esa es nuestra tarea.

    · Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo
    considerable. Hemos de decidir salir de esa relación que nos lleva al sufrimiento y la infelicidad.

    · Mantener abierto el canal de la comunicación: “Que no te cuelguen el teléfono, cuando le dejas las cosas claras”, que no te corte la comunicación unilateralmente.

    · Aprender a ser asertivos, a decir lo que se piensa, respetando al otro pero defendiendo nuestros derechos.

    · Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea esta ejercida por el manipulador/a activa o pasiva, como el mayor problema a superar.

    · En el caso de que se llegue a agresión, hemos de recurrir a todas
    las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresión.

    · No empeñarse en intentar cambiarles. Son así, y tendrán que convivir con su inseguridad. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero/a, amigo/a, pareja, expareja, hermano/a, hijo/a.

    · Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario.

    Debes descubrir tus puntos débiles antes de enfrentarte a ellos, tienes que tapar tus puntos débiles, aquellas vulnerabilidades de las que se aprovechan para dominarte.

    Los puntos débiles que ellos/as detectan habitualmente son:

    *Baja autoestima (si no la tienes intentan creártela).
    *Ser tan manipulador como ellos: Inseguridad, carencias afectivas, ansiedad ante la evaluación social (de los demás)...
    *Miedo a pérdidas emocionales (te van a dejar, vas a tener una ruptura, no te van a querer ,etc.) y físicas (vas a perder tu trabajo, tus ingresos, tu casa…) . 
     
    Aunque cualquiera puede ser víctima de manipulación, hay personas más proclives a ello. Para sobrevivir a los manipuladores, es útil detectar el punto débil que les ha permitido apoderarse del control sobre la vida de la otra persona en una o varias de las áreas importantes.
    Los puntos débiles suelen estar relacionados con la baja autoestima, la necesidad de aprobación, y el miedo a la posibilidad de perder el contacto con la otra persona, los hijos o los bienes comunes.

    Hay que prestar especial atención a:

    · LA AUTOESTIMA: Si te valoras en base al juicio de los demás, tienes tendencia a centrar la evaluación de tus acciones en los puntos negativos o te quieres poco, es probable que seas un objetivo fácil.

    · LOS RASGOS
    TÍPICOS DE LOS MANIPULADORES: A menudo las relaciones humanas son una batalla campal entre dos personas por el control. La presencia en el presunto manipulado de carencias afectivas, preocupación excesiva por la opinión de otras personas en relación a sus actos, baja autoestima, proyección o actitud agresiva son también puntos clave.
    · EL MIEDO A LA PÉRDIDA: Los manipuladores cotidianos establecen relaciones en las que arriesgan poco. Normalmente es la otra persona quien soporta el peso del vínculo, tanto en términos afectivos como económicos. De esta forma se sitúan en una posición de poder, al tener menos que perder que la otra parte ante la ruptura de la relación. Es casi seguro que el manipulado tenga miedo a la ruptura por todo lo que ha arriesgado en el proceso.
    Basta con una de estas características para ser un manipulado en potencia. Y, ¿quién no está en una de las tres situaciones? Cuando das con una persona que quiere salirse con la suya a toda costa porque es la única forma de resolver su inseguridad, aunque tengas una autoestima normal te la irá minando hasta que caigas; aunque no emplees estrategias de manipulación te irán imponiendo su estilo de comunicación hasta que sólo sepas hablar mediante indirectas, "comentarios inocentes" y sugerencias. Y prácticamente todas las relaciones que establecen son asimétricas en cuanto al reparto de cargas. Cualquiera es, o puede ser, manipulador o manipulado.
     

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